Se presentan en las casas sin avisar y tratan de ganarse la confianza de las personas para acceder al domicilio.
Muchos ya conocen a este personaje, amigo de lo ajeno, que viene para estafar o hurtar. Sin embargo uno de los colectivos que más lo sufre es el de las personas de edad.
Pueden actuar solos o en grupo de entre dos y tres personas, y normalmente visten uniformes de trabajo de compañías de suministros. Eligen domicilios de personas que viven o se encuentran solas, preferentemente de edad y sobretodo acuden en horario de mañana. Se aprovechan de la buena voluntad de las personas que abren sus puertas, y mediante engaño abusan de la confianza de la víctima y consiguen acceder hasta el interior de sus viviendas.
Una de las excusas más utilizadas es la de hacerse pasar por revisor del suministro eléctrico. Una vez dentro de la vivienda y mientras uno de los estafadores entretiene a la víctima con la supuesta revisión de la instalación eléctrica, el otro se introduce en las habitaciones para apoderarse del dinero, joyas y todo lo que encuentre de valor. Otra treta utilizada por estos personajes consiste en hacerse pasar por trabajadores de una compañía eléctrica, de gas o agua y cobrar en metálico por un presunto cambio del contador de la luz, gas o agua, o de la reparación de una falsa avería.
Si se encuentra con una o varias personas en la puerta de su domicilio y duda si se trata de una revisión real o no, tenga en cuenta los siguientes consejos:
Exigir su acreditación y manténer la puerta cerrada hasta que se identifiquen plenamente. Los operarios deben disponer de una identificación de instalador autorizado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
En los casos de revisión del gas hay que saber que, para el butano, dicha revisión es obligatoria cada cinco años y nadie puede imponer una antes de ese plazo, salvo modificaciones en las instalaciones. Además generalmente la compañía con la que se tiene contratado el suministro llama al usuario con anterioridad.
En caso de duda, llamar a la empresa suministradora del servicio, pero nunca utilizando los números de teléfono aportados por los operarios.