Quiero pensar que ha sido un accidente. Porque si ha sido fruto de un acto vandálico de los jóvenes que frecuentan el Parque Verano Azul, que pena de juventud que redime sus complejos destrozando, para que sus amistades digan “qué cojones tienes”. Cuando uno viaja por los cientos de pueblos españoles impolutos de excrementos, chicles pegados al suelo, cáscaras de pipas, colillas, bolsas de chucherías… y sin apenas ver un barrendero se pregunta: ¿será que los nerjeños y los foráneos que nos visitan necesitarán la mugre para desarrollarse? (foto Parque Verano Azul. 19/06/2016)
Jesus Martín