La Policía Local confisca a un hippie su guitarra

Hoy me he enterado de que a un chico que vive en la calle y que se gana el sustento cantando, le han confiscado su guitarra. Esta persona no hace daño a nadie, no molesta en restaurantes pasando el sombrero, no aborda a la gente pidiendo, no arma escándalos y encima canta bien. Esta persona, que se llama Oskar, se sienta en un rincón y toca y canta y se pone en lugares de paso; si quieres y te gusta lo que canta le echas algo, o si no sigues tu camino. No es el típico músico que va por las terrazas abordando a la gente en cada mesa, eso lo hemos vivido todos aquí en Nerja en cualquier terraza en verano. A Oskar le han quitado su guitarra y le piden a cambio 50€, por estar en el Balcón de Europa cantando y pidiendo dinero con su sombrero en el suelo. Si, ya sabemos todos que es un negocio ilegal, pero también lo es en ese caso el del acordeón, el de la guitarra flamenca, el mariachi, los tunos, la del altavoz. No entiendo, por qué a una persona que se gana la vida con una guitarra, sin hacer grandes negocios ni desfalcos, le quitan el instrumento que es su vida y su forma de ganársela.
Oskar, tiene que recuperar su guitarra para seguir cantando y conseguirse honradamente lo que necesita para vivir, como muchos queremos hacer en esta vida. Próximamente dará un concierto para recuperar su guitarra, todos tenemos que ir a ese concierto, porque no sabemos si mañana la que te quiten pueda ser tu guitarra.
Marisol González

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