Me parece indignante que siga sin hacerse nada con estas cosas, la hilera de zapatillas ya roza el asfalto y el cable no aguantará mucho más. Cualquier tirón o más peso va a ocasionar alguna desgracia.
Luego llegarán las lamentaciones, ya sean personales o bien cuando haya que reparar el cable y tengamos que pagarlo los ciudadanos de nuestros impuestos.
HAGAN ALGO YA!
Roberto Ruíz