La historia es un poco larga, pero resumiendo la visita a un dentista sin ningún dolor para realizar un empaste se convierte en una pesadilla, puesto desde que salí de allí empezó el dolor. Después de varios meses me diagnóstican una NEURALGIA.
Acudó al dentista para pedir factura y historial clínico, con intención de denunciarlo, pero después de varias visitas me entrega una factura con una fecha que no corresponde al mes en el que se realizó el empaste, sin IVA, y sin ningún tipo de identificación.y un informe no exactamente real, sin fechas y sin firmar.
Al acudir al Defensor del Consumidor me dicen que acuda de nuevo al dentista para que me elabore nueva documentación, sin embargo, aquí se produce el hecho más indignante y humillante de esta desesperante situación , el dentista rompe literalmente en pedacitos muy pequeños el informe delante mío y de mi hermana que me acompañaba.Y estas fueron sus palabras «Quejaté donde quieras pero yo no te voy a dar nada más».
Mi situación es desesperante tomó al día 4 pastillas de PREGAMALINA 300 MG al día y NOLOTIL INYECTABLE cada 8 horas, y aun así esta noche he tenido que acudir a urgencias porque el dolor es insoportable, me han pinchado 125 MG de corticoides (que ya me habían pinchado anteriormente en más ocasiones) y aún tengo dolor. Debo resaltar los grandes efectos secundarios de esta medicación como mareos, somnolencia, pérdida de memoria y concentración, alteración del ciclo mestrual…
Y el médico de urgencias me ha derivado al de cabezera para que me suba aún más la dosis de PREGABALINA, acabaré siendo un zombi.
Por todo deseo denunciar publicamente al dentista RAÚL M.F.
Espero haberme expresado bien y que todos aprendamos a pedir nuestra factura después de cada visita al dentista, para que no les ocurra igual que a mi.
Un cordial saludo a todas las personas que lean mi denuncia.
Ana Isabél Pérez