Es una especie con una picadura muy dolorosa.
En los últimos días y, tras los fuertes temporales, las carabelas portuguesas han aparecido en varias playas de la localidad.
Se ruega extremar precauciones ante su presencia en la arena para evitar el contacto, porque aunque su picadura no es mortal, sí que resulta muy dolorosa incluso después de muerta y tiene posibles efectos secundarios.
Los efectos secundarios de su picadura van desde la fiebre a las náuseas o inflamación, por lo que es necesario buscar asistencia médica lo antes posible.
La carabela portuguesa (Physalia physalis), tiene la apariencia de esta, aunque es en realidad un organismo colonial cuyos individuos se especializan para mantener viva la ‘familia’. Por tanto, se trata de una agrupación de hidroides que se dividen el trabajo: el neumatóforo (parte que flota o vela), los gastrozoides (digestión), dactilozoides (detección y captura de presas, y defensa) y los gonozoides (se ocupan de la reproducción). Está formada por una vela gelatinosa de entre 15 y 30 centímetros que le permite recorrer los océanos impulsada por los vientos, las mareas y las corrientes marinas, mientras que del cuerpo central cuelgan numerosos tentáculos que le sirven para atrapar a sus presas y que normalmente tienen una extensión de unos 10 metros.