Archivan la denuncia por el «Cara al sol» del funeral de Utrera Molina

La Fiscalía afirma que los hechos no pueden entenderse como un delito de enaltecimiento del genocidio.

La Fiscalía de Málaga ha archivado la denuncia presentada por Podemos Andalucía por el «Cara al sol« que se cantó en el funeral de  José Utrera Molina, que tuvo lugar el pasado 22 de abril.

Según la denuncia, durante el funeral hubo «un acto de exaltación franquista», con la interpretación del himno falangista, aunque el fiscal afirma que los hechos no pueden entenderse como un delito de enaltecimiento del genocidio.

Tras examinar las grabaciones del evento, el ministerio público señala que «puede confirmarse lo esencial de la denuncia presentada», ya que se observa cómo un grupo de personas, con el brazo en alto, canta el «Cara al sol».

El fiscal explica en los fundamentos de derecho que es difícil deslindar el derecho fundamental a la libertad de expresión con el del honor y el respeto a la dignidad de los colectivos afectados aunque concluye que «a tenor literal del mensaje, parece claro que, de entrada, no va dirigido contra nadie».

Respecto al supuesto ensalzamiento del régimen franquista denunciado por Podemos por el grito de «viva Franco», el fiscal señala que «atendiendo muy especialmente el contexto en que el acto denunciado tuvo lugar, no puede entenderse que se esté cometiendo un delito de enaltecimiento del genocidio».

Para el fiscal habría que especificar el colectivo de personas contra las que se dirige o que resultarían afectadas por el mismo, «cuestión compleja que no es este el foro adecuado para aclarar».

Añade que la canción se entona en un acto eminentemente íntimo, como es el funeral de una persona, y sólo a él va dirigida, como muestra de afecto o respecto y sin que pueda entenderse que hay intención de provocar un clima de odio.

También recuerda el fiscal que la Falange Española de las JONS es un partido legalizado en España y que su himno parece ser precisamente el que entonaron.

En definitiva, el fiscal considera que fue un homenaje al fallecido, considerando que tuvo lugar en una pequeña localidad, en la puerta de un templo religioso y únicamente durante el minuto escaso en que se trasladaba el féretro de la iglesia al coche fúnebre.