Los centros tendrán ordenadores para comprobar los fallos en las centralitas de los coches.
A partir del próximo 20 de mayo entrarán en vigor los nuevos requisitos para pasar la ITV. Esta medida surge con la intención de adaptar la ley a los nuevos cambios mecánicos que han experimentado los vehículos los últimos 20 años, además de garantizar la seguridad y la eficiencia de dichos automóviles.
Básicamente, se trata de equipar las estaciones con ordenadores como los que tienen los concesionarios, que se enchufarán a la centralita de los vehículos para leer si tienen averías ocultas o si se han manipulado, especialmente los sistemas de seguridad de los ocupantes y los de emisión de gases.
El endurecimiento de las normas afectará sobre todo a los vehículos con más de diez años de antigüedad, y especialmente a los de propulsión diésel.
Las nuevas revisiones no pasarán por alto ni el ABS ni los airbags del vehículo. Estos últimos requieren una revisión cada 10 años, no obstante, con este nuevo sistema las comprobaciones serán más periódicas. Los pretensores del cinturón de seguridad también se inspeccionarán.
Entre las novedades, también se contempla la posibilidad de hacer la segunda inspección en un centro diferente a la que se hubiera realizado la primera. Además, se podrá pasar la inspección antes de la fecha estipulada sin que reste tiempo para la siguiente, con un máximo de un mes.