La madrugada del domingo 29 de octubre, a las 3 volverán a ser las 2.
Los españoles, así como el resto de ciudadanos de la Unión Europea, podremos dormir una hora más este fin de semana. En la madrugada del sábado 28 al domingo 29, se retrasa una hora el reloj y a las 3 volverán a ser las 2.
De este modo se pone fin al horario de verano y se da comienzo al de invierno, una medida que permite disfrutar, además de una hora más de sueño, de una hora más de luz natural, ahorrando así en el consumo energético.
La práctica del cambio horario de invierno (otoño en este caso) comenzó a generalizarse de forma desigual a partir de 1975, al producirse la primera crisis del petróleo. Sin embargo, la modificación se aplicó por primera vez durante la I Guerra Mundial para mantener abiertas las fábricas una hora más.
Según indica el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), este doble cambio anual de horario puede suponer un ahorro de hasta el 5% de energía. Traducido a euros, esto supondría unos 300 millones de euros menos de gasto, unos 90 millones desde los hogares y el resto de los sectores productivos.