El sector le ha pedido a la Junta que no paralice los expedientes de concesión.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Establecimientos de Playas de Andalucía (Faeplaya), Norberto del Castillo, ha valorado la «buena actitud» de la Junta para resolver el problema de la renovación de la concesión de los chiringuitos, pero critican que el Gobierno andaluz sea «excesivamente cauto y lento» y que «no concrete soluciones», por lo que valoran pedir que se establezca una nueva prórroga para dichas concesiones.
Los empresarios se reunieron el pasado miércoles con la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio bajo la premisa de culminar cuanto antes el proceso de renovación de las concesiones de los chiringuitos.
En dicha reunión, el sector le ha pedido a la Junta que «no paralice los expedientes de concesión, porque la sentencia del Supremo aún no ha entrado en vigor, porque no se ha publicado todavía en el Boletín Oficial del Estado (BOE), por lo que aún no es efectiva», pero del Castillo lamenta que la Junta «es excesivamente cauta y prefiere curarse en salud, prefiere prevenir que curar». «No terminamos de entender por qué se aplica la sentencia antes de entrar en vigor», aseveran.
Para del Castillo, esta actitud está dañando al sector, y apuntan, asimismo, que «no se va a poder cumplir el mandato del Parlamento andaluz, que por unanimidad apoyó al sector de empresarios de playas y aprobó que todas las concesiones fueran renovadas antes de octubre, un plazo que, si seguimos así, no se podrá cumplir».
No obstante, los empresarios de playas han valorado la «buena voluntad» de la Junta, a la que «siempre le pedimos una nueva prórroga y ahora volveremos a tener que pedírselo, porque antes de octubre creemos que no estarán aprobadas todas, no creo que podamos cumplir el mandato del Parlamento».
«Llevamos mucho tiempo esperando soluciones, 12 años buscando soluciones y esperando una regularización definitiva, y ahora nos sentimos de nuevo fuera de juego y pagando otra vez los platos rotos», ha indicado Del Castillo, para el que «la situación es desesperante», toda vez que «hay buenas intenciones y estamos contentos por la actitud de la Junta, pero sin lograr hechos, pues la Junta es excesivamente cauta y lenta y no llega a concretar soluciones».