El Ballet de Carmen Roche también encandiló al público mezclando de forma magistral la danza clásica y moderna.
Pablo Alborán ponía fin este domingo a los conciertos del 56 Festival Internacional de Música y Danza en el interior de la gruta, un espectáculo que no defraudó a ninguno de los asistentes y que tuvo una atmósfera íntima y única.
El malagueño, que ha repasado temas de su discografía y de su último álbum, ‘Terral’, ha actuado ante un auditorio abarrotado y un público entregado con el que el artista ha mantenido una actitud muy cercana, con numerosos guiños a su tierra.
No en vano, se trataba de una de las citas más especiales de la agenda de este malagueño internacional, que siempre agradece actuar en su provincia natal dentro de la gran gira en la que se encuentra inmerso.
De este modo, Alborán tocado la guitarra y las congas, y llenado de romanticismo todos los rincones de la gruta en un concierto único con un gran acústico que se ha alargado durante casi dos horas.
También tuvo tiempo de cantar flamenco y hasta un tango inédito, compuesto ‘al otro lado del charco’, demostrando su versatilidad y aportando dinamismo y ritmo a la actuación, que él mismo ha calificado de muy especial’ y que llegó a su fin con el tema Volver a empezar’.
‘Sin duda, uno de los conciertos que pasarán a la historia de la Cueva de Nerja y que ha supuesto un inolvidable broche de oro para las citas que la quincuagésimo sexta edición del festival ofrece en el interior de la misma: un malagueño universal ante un patrimonio de igual naturaleza’, destacan desde la institución.
En el concierto estuvieron presentes, además de familiares y amigos del artista, el presidente de la Fundación Cueva de Nerja, Jorge Hernández Mollar, y el gerente de la institución, Ángel Ruiz, además de la alcaldesa de Nerja, Rosa Arrabal.
El sábado, la Cueva de Nerja se rindió ante el dinamismo coreográfico del Ballet de Carmen Roche y su espectáculo ‘Timeless, de Petipa a Nacho Duato’, a través del cual creó un ambiente etéreo y una mágica puesta en escena que abordó desde la danza clásica al estilo contemporáneo más vanguardista, sin olvidarse del estilo neoclásico propio de Nacho Duato, quien ha cedido la pieza Without words’ a la compañía.