Paquito D’Rivera celebra su 70 cumpleaños en la Cueva de Nerja

infonerja-paquitoActúa este viernes en el exterior de la cavidad, acompañado de Pepe Rivero Trío al piano.

La Fundación Cueva de Nerja presenta este viernes, 13 de julio, otro de los platos fuertes de esta quincuagésimo novena edición del Festival Internacional de Música y Danza Cueva de Nerja, la actuación del laureado saxofonista y clarinetista cubano Paquito D’Rivera, quien se encuentra de gira con su espectáculo «70 años de música mágica».

De este modo, el instrumentista y apasionado del jazz ha escogido los jardines exteriores de la cavidad nerjeña como una de las paradas obligadas para celebrar su 70 cumpleaños y su más de medio siglo de trayectoria, acompañado del pianista Pepe Rivero Trío, conocido también por acompañar a Celia Cruz en sus conciertos.

El reconocido jazzista, que atesora 14 Premios Grammy y que recogió la Medalla Nacional de las Artes de EEUU de manos del ex presidente George W. Bush, hará sin duda las delicias de los amantes de este género. No en vano, uno de sus principales objetivos es hacer del jazz parte integrante de la música clásica.

Virtuoso del clarinete y del saxo, ha colaborado con artistas como Wynton Marsalis, Yo-Yo Ma, Cachao y Chucho Valdés. De hecho, fundó junto a este último la Orquesta Cubana de Música Moderna en 1965 y posteriormente el grupo Irakere, cuya mezcla explosiva de jazz, rock, música clásica y melodías cubanas fue aplaudido por el público y la crítica por su carácter innovador.

D’Rivera, referente de la música clásica y del jazz en todo el mundo y seguidor del gran Charlie Parker, llega a Nerja inmerso en su gira por España y Portugal, donde pondrá en valor la mezcla universal de colores y ritmos que abarcan desde el jazz clásico hasta los boleros, tangos, habaneras, valses venezolanos, wapangos o guajiras.

Autor de sus memorias en el libro «Mi vida sexual», el músico y compositor cumple 65 años de profesión, si atendemos a que debutó con sólo cinco años con el «saxofoncito» que le regalara su padre, de manera que a los siete ya era un niño prodigio que actuaba en público y con esta edad firmó su primer contrato, tocando con apenas diez años en el Teatro Nacional de La Habana con gran éxito.

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